Es preocupante la cantidad de figuras geométricas amorosas que tiene esta serie.
Empecemos por lo más “sencillo”. La figura con menos vértices es la de Ezra (Ian Harding)-Aria-Liam (Roberto Aguire). Obviamente, la naturaleza profesional de esta relación no facilita nada las cosas. Ahora Aria ha cortado con Liam, pero él acaba de conseguir el puesto de editor del libro que están haciendo Ezra y ella juntos y para Liam, y para todos, está claro que eso no es una relación estrictamente profesional. ¿Podrá Liam ser profesional y dedicarse a la crítica constructiva con Ezra? ¿O esto va a destruir su futuro como autores? Al menos parece que Aria por fin se ha aclarado la mente y tiene claro quién es y quién quiere ser.
Luego hay una turbia cadena en la que están metidas Alison y Emily, pero también Mary Drake (Andrea Parker) y Elliot Rollins (Huw Collins). Por un lado, Emily está dispuesta a pactar con el diablo con tal de saber qué está pasando con Alison, a quien Elliot muy convenientemente no deja visitar. ¿Alguien se cree que lo ha consultado con Jason (Drew Van Acker)? Esta trama no avanza nada, pero sí que Emily se acerca a sospechar de Elliot y preguntarse qué clase de relación tiene con la gemela con el pelo oscuro. Por otro lado, como datos, podemos afirmar que Emily va a pedir un trabajo en el Hotel Radley (y algo, como que la madre de su amiga lo dirige, nos dice que lo va a conseguir) y que para los finales de capítulo podemos acostumbrarnos a ver guantes de médico en lugar de los clásicos de A.
Por último, muy, muy tensa está la relación entre Hanna y Caleb (Tyler Blackburn), con Spencer de por medio y Toby (Keegan Allen) y su novia fuera de escena.
Hanna lo pasa muy mal en este capítulo y aunque sí que se ve a Emily intentar ayudarla, cada una está bastante a su rollo a pesar de que todas lo están pasando relativamente mal. Hanna vuelve a sus problemas de autoestima y piensa que no se merece ni a su prometido Jordan (David Coussins), ni realizar el sueño que Lucas (Brendan Robinson) le está poniendo a huevo.
Por lo menos se queda con el sueño y firma los papeles para empezar su propia firma de ropa, porque a Jordan le deja ya que cierran el bar en el que se conocieron. Bueno, todos sabemos que no le deja por eso sino por un cúmulo de circunstancias, entre las que se encuentra Caleb, por supuesto. No es sano ser partidario de “el primer amor es el que cuenta”, porque, sinceramente, las posibilidades de que esto pase en la vida real son escasas. Aún así, en el mundo de las series cuando se nos mete en la cabeza una ‘OTP‘, es muy difícil salir de ello y los casos de esta serie en concreto tienen su peculiaridad propia: está claro que las mentirosas tienen un trauma de por vida, que van a ser pocas veces capaces de volver a explicar, y es cierto que las parejas que la mayoría del ‘fandom‘ apoyamos las comprenden como nadie lo va a hacer porque lo han vivido con ellas y no tienen que darles más explicaciones sobre cómo son. Afortunadamente, esto no nos pasa a la mayoría de los mortales y podemos seguir adelante cuando nos rompen en corazón.
¿Qué piensan de la confesión de por qué Mary Drake estuvo en Radley? Una historia turbia, ¿era Ms. DiLaurentis (Andrea Parker) capaz de hacer eso a su hermana?
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